Guía rápida para llevar la contraria en la oficina sobre la acupuntura

Cualquier mañana, un compañero de trabajo comentará su última sesión de acupuntura con el imperdonable “¡Pues a mí me funciona!” – Anticípese. No deje que la respuesta adecuada le venga a la mente cuando ya se ha ido de la oficina.

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Estos son algunos de los lugares comunes que tienden a repetir los pacientes y practicantes de acupuntura, convencidos de que un desequilibrio en la energía universal del chi es el culpable de ese dolor en la parte baja de su espalda. Cada argumento va acompañado de de su correspondiente refutación.

– Se ha demostrado que la acupuntura funciona para algunas dolencias

En las últimas décadas, desde que la acupuntura se puso de moda en Occidente, se han invertido enormes recursos en investigar si clavar agujas en supuestos puntos energéticos del cuerpo humano tiene algún efecto curativo. Hasta hoy, se han publicado más de 3.000 ensayos clínicos  que lo han puesto a prueba. Tras ese largo y costoso proceso, la acupuntura no ha demostrado ir más allá del efecto placebo. (Meta-análisis) (Artículo en profundidad en PLCBO.NET).

– La acupuntura se practica desde hace milenios en China 

a) Que algo se haya dado por cierto durante largo tiempo, o por mucha gente, no significa que funcione. La humanidad trabajó durante siglos con la idea de que el mar se termina en un precipicio lleno de monstruos.

b) Si se trata de buscar medicinas antiguas, ¿Por qué no fijarse, por ejemplo, en la alquimia europea que se practicaba en el medievo? ¿Quizás le interese agregar una dosis de plomo a su café matinal para complementar el tratamiento con agujas?

c) Los primeros vestigios conocidos de la acupuntura se remontan a hace 2.000 años, o quizás antes, según quién los interpreta. Durante cerca de mil años, la práctica de clavar agujas estuvo en decadencia en China y se abandonó en torno al siglo XVII, con el auge de la medicina herbal. La disciplina que venden los acupuntores actuales se rediseñó en el siglo XX, particularmente durante la Revolución Cultural China, en los años 60 y 70, como forma de propaganda del régimen de Pekín para exaltar las bondades del gigante asiático frente a lo que ellos interpretaban como la tiranía de la cultura estadounidense. (Lea más aquí, aquí y, si de verdad le interesa el tema y tiene tiempo, aquí). – La acupuntura resultó especialmente útil para tejer una red nacional de salud en las vastas regiones rurales donde no había recursos para comprar medicinas ni contratar a médicos con formación.

– La acupuntura se puede explicar de forma científica, quizás con los aparatos adecuados

a) Incluso si se inventara un aparato para medir la energía imaginaria del chi, se ha demostrado que clavar agujas en los supuestos canales energéticos del cuerpo no cura enfermedad alguna. Si esos canales existen, tendrán otros usos.

b) Se han publicado cientos de estudios y revisiones de esos estudios para comprobar la eficacia de la acupuntura. El efecto de clavar agujas en los puntos que marca la tradición china es similar a clavar agujas en puntos al azar. Se ha demostrado, además, que engañar al paciente con agujas retráctiles, que en realidad no se clavan, también produce resultados satisfactorios. Eso indica que el mecanismo curativo de la acupuntura está basado en el efecto placebo, es decir, una mejora de los síntomas con un tratamiento inocuo, intercambiable por cualquier otro, que el paciente cree que es efectivo.

c) Si usted piensa que las pruebas científicas son el mejor criterio para confiar en un remedio, felicidades por haber alcanzado esa conclusión, es sin duda un paso adelante. A partir de ahora, su médico podrá recomendarle terapias que han demostrado ser eficaces para su dolencia. Olvide a su naturópata.

– Yo he visto un estudio que dice que la acupuntura funciona

Existen numerosos estudios que demuestran que los pacientes mejoran tras someterse a sesiones de acupuntura.

Compañera de oficina convencida de que a ella le funciona la acupuntura

Compañera de oficina convencida de que a ella le funciona la acupuntura

La mayoría de esos trabajos se basan en cuestionarios en los que el paciente juzga su percepción del dolor tras ser atendido por un amable naturópata.

Los estudios que que se limitan a registrar la percepción el paciente suelen arrojar resultados positivos, precisamente porque documentan la potencia del efecto placebo.

La acupuntura ofrece un resultado similar al de una pastilla de azúcar en esos experimentos, pero falla, en cambio, cuando compite contra la acupuntura simulada. Es decir, cuando se la somete a un ensayo con grupo de control.

En esas pruebas, un grupo de pacientes es tratado con agujas retráctiles, que no se clavan de verdad, o bien se les aplican agujas en puntos al azar, no en los lugares que marca la tradición milenaria china. En esos casos, no se percibe diferencia entre clavar agujas y fingir que se clavan, o bien entre guiarse por los supuestos canales energéticos tradicionales o ignorarlos por completo. Una vez más, todo indica que el alivio de los síntomas se produce por el efecto placebo.

En algunos casos, relacionados con la percepción del dolor, clavar agujas puede funcionar mejor que un tratamiento con analgésicos. Hay que recordar, de nuevo, que el dolor se alivia sin importar dónde se clavan las agujas, a qué profundidad, ni cuánto tiempo.

Ese alivio, que es real, sucede por dos motivos. Por un lado, el placebo enciende los mecanismos neurológicos para frenar el dolor. Por otro, el pinchazo de una aguja en la carne desencadena la segregación de adenosina en los tejidos, lo que inhibe durante un tiempo la percepción de dolor. El efecto es el mismo que el de un pellizco fuerte. La zona se duerme durante un rato. Como método terapéutico no es el colmo de la sofisticación, pero hay que reconocer que puede funcionar. También es recomendable, en esa misma línea, echar una carrera para coger el autobús y comer magdalenas de chocolate, porque el ejercicio físico y los alimentos con azúcar ayudan a segregar endorfinas, que también pueden inhibir el dolor de forma momentánea.

Para terminar, estos argumentos pueden apoyarse con advertencias oficiales como la de la sanidad pública del Reino Unido, que alerta en su página web de que falta “evidencia científica clara sobre los beneficios de la acupuntura para la mayoría de las condiciones en las que se utiliza habitualmente”. Instruye a los pacientes sobre la existencia del efecto placebo y les subraya que “la existencia de algunas pruebas positivas no significa que la acupuntura funcione para esas condiciones”.

– Quizás es que la acupuntura va mas allá de lo que la ciencia puede probar

a) Lo único que se pide a un remedio es que sea efectivo. Si funciona, está dentro de la ciencia, si no funciona, está fuera de la ciencia.

b) La ciencia no pide ni siquiera saber por qué y cómo cura una medicina, solo que lo haga. La acupuntura no cura, así que no hay nada “más allá” que probar.

c) Buena parte de las teorías científicas que damos por asentadas surgieron en un principio como ideas insólitas fuera de las instituciones de conocimiento tradicionales pero, a la larga, demostraron ser efectivas. A la acupuntura no le ha ocurrido. Se han invertido ingentes cantidades de recursos en intentar demostrar que funciona, pero se ha llegado a la conclusión de que es un placebo más.

– De acuerdo, es un placebo, pero yo me siento mejor al tomarlo. Eso es bueno

La práctica de la acupuntura lleva asociado un componente teatral. Un terapeuta con aura de sabiduría y comprensión se pone de nuestro lado y nos aplica una técnica milenaria que la medicina oficial desconoce. Nos hace partícipes de un secreto para iniciados que nos va a curar de esa dolencia que en el hospital no saben cómo tratar.

Si usted no se siente humillado ante esa representación y cree que su dolor en la rodilla se debe a que la energía universal del chi se ha desequilibrado, disfrute de su efecto placebo.

Ahora bien, si usted o alguien a su cargo sufre un problema de salud que necesita ser tratado con algo más que un cura sana, vaya al médico.

El principal peligro de los remedios alternativos a la medicina es que no curan, solo lo hacen ver, por eso solo se recomiendan para dolencias poco graves, porque no importa que no sean tratadas.

Hay personas que, convencidas de que una terapia milenaria es mejor que la medicina, se niegan a ir al médico a pesar de sufrir síntomas que pueden ser graves. Por ese motivo: no, no es bueno que la gente confíe en que con el efecto placeo ya es suficiente.

– En China, la acupuntura se utiliza como anestesia en operaciones

No. Ese mito, como muchos otros, proviene de los fraudes que se utilizaron para publicitar la acupuntura los años 70.

– Pero… ¡A mí me funciona!

Pues… ¡A mí no me hace nada!

Aquí encontrará un artículo más detallado sobre la historia y los supuestos mecanismos espirituales en los que se basa la acupuntura, así como más enlaces a estudios y análisis que evalúan su eficacia. 

https://wp.me/p7iBBP-4j

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