¿Qué hago si me invitan a una fiesta de la varicela?

Décadas atrás, las familias organizaban fiestas de la varicela para que los niños se contagiaran del virus que provoca esa enfermedad -el mismo que produce el herpes zóster-. Lo hacían porque la varicela es más benigna cuando la contrae un niño que cuando la sufre un adolescente o un adulto. Cuanto antes se ponga enfermo, mejor, pensaban los padres y las madres.

Con la llegada de la vacuna contra la varicela, a finales de la década de 1990, esas fiestas perdieron su sentido original. En los últimos años, sin embargo, se han vuelto a poner de moda debido al movimiento antivacunas (más referencias, más referencias).

¿Es peligrosa la varicela?

La varicela suele ser una enfermedad molesta pero benigna, sobre todo en niños. Aún así, antes de que se introdujera la vacuna en 1996, en Estados Unidos unas 10.000 personas eran hospitalizadas al año por la varicela, de las que morían entre 100 y 150.

Aunque es poco frecuente, la varicela puede derivar en complicaciones graves incluso en niños sanos. Contraer el virus facilita las infecciones bacterianas en la piel, puede desencadenar una neumonía, así como infecciones e inflamaciones en el cerebro (encefalitis). No hay que olvidar que se trata de un virus del herpes que se puede propagar por el organismo.

El peligro de contraer la varicela es doble. El niño puede llegar a tener complicaciones, pero también están en riesgo los padres de niños no vacunados, que pueden sufrir problemas de salud serios si se contagian.

¿Es segura la vacuna?

La vacuna contra la varicela puede provocar reacciones adversas como enrojecimiento de la piel en la zona del pinchazo y fiebre moderada en los días posteriores a la administración.

Está contraindicada para las personas con alergia conocida a sus componentes (se producen en una de cada millón de personas) y en casos de inmunodeficiencia, así como durante el embarazo.

Hasta ahora se han administrado millones de vacunas en todo el mundo y no hay indicios que apunten a ninguna consecuencia negativa para la salud a largo plazo.

Los casos de varicela han descendido un 92 % en Estados Unidos gracias a la vacuna. Aún estando vacunada, no es imposible que una persona desarrolle la enfermedad, si bien los síntomas suelen ser en esos casos especialmente suaves.

Polémica sobre el calendario de vacunación

El calendario de vacunación de la varicela ha sido, y todavía es, objeto de debate en la comunidad científica.

Hay algunos países que prefieren no vacunar a los niños contra la varicela. Esa decisión se debe a que siempre hay algunos niños, ya sea porque sus padres son antivacunas o por otro motivo, que se quedan fuera y  nunca llegan a recibir una dosis.

Esos niños tampoco contraerán la enfermedad de forma natural, porque sus compañeros de colegio sí estarán vacunados, por lo que correrán el riesgo de contagiarse como adultos, lo que es más peligroso. Para evitar ese peligro, unos pocos países no han introducido la vacuna en su calendario.

Es importante subrayar que ese riesgo solo lo corren las personas adultas que nunca han sido vacunadas ni han contraído la enfermedad.

Un argumento relacionado para no vacunar a los niños, basado en la economía, radica en que los niños enfermos funcionan como una mini-vacuna para los adultos que están expuestos a ellos. Eso permite al sistema de salud público ahorrarse la vacunación de los adultos. Ese es el punto de vista que ha adoptado la sanidad del Reino Unido.

¿Cuándo hay que vacunarse?

Dado que hace pocos años que se ha introducido la vacuna, todavía no se ha probado que la protección dura toda la vida. Por eso, el calendario de vacunación varía de país en país.

Algunos promueven una o dos dosis en los primeros años de vida, mientras que otros prefieren programarla en la adolescencia, para proteger durante la vida adulta. También hay calendarios que incluyen la recuperación de la vacuna en la juventud en caso de que no se haya recibido en la infancia.

¿Qué debo hacer si me invitan a una fiesta de la varicela?

Contraer la varicela como niño facilita la inmunidad para toda la vida, aunque tampoco es infalible. Abundan las personas que han pasado la varicela más de una vez, como niños y como adultos.

Al mismo tiempo, la enfermedad supone un riesgo para la salud tanto del niño como de los padres. Aunque la posibilidad de que surjan complicaciones es baja, en caso de que se produzcan pueden ser graves, incluso mortales. Aquí un ejemplo.

La vacuna no le asegura la protección vitalicia, podría necesitar un recuerdo como adulto. A cambio, no tiene esos riesgos.

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